jueves, 1 de julio de 2010

Paraguay - Galicia

Estamos ante el partido más importante de la historia del fútbol paraguayo. Más importante que la final olímpica que jugamos contra Argentina, o más importante que cualquier Olimpia - Real Madrid, u Olimpia – Milan (jugados en el 2002, y en el ’90, respectivamente). Ahora sí tenés permiso para usar un Huggies o llorar como cuando murió Mufasa.

“Paraguay puede ser superado futbolísticamente, pero nadie lo supera en corazón”, había dicho el Tata Martino. Y esto es lo que importa, porque estamos a 3 partidos de la gloria más grande del fútbol mundial. El buen fútbol sirve para torneos o ligas de 10, 15 ó 20 partidos. Pero cuando son 3 los que te quedan, los ganás con el corazón.

Al otro lado del océano, la prensa española (y su público) están siendo verdadero ejemplo de ASQUEROSIDAD. El racismo debería nacer ahora, de todo el mundo hacia ellos. Esta gente que habla con más Zs que cualquier retardado, se olvido de que nunca ganó nada. “Perooo perooo como nada, chaval? Zi hemosh ganado una eshtupenda EurocopaaaaaAAAA”. Sí, y nosotros ganamos una Copa América también, y? Esto es el Mundial, gallego burro.

A los paraguayos les digo que no duden de Paraguay, porque estamos por estar. España es una vergüenza, tanta vergüenza, que no dudo de que Galaverna es español, por ejemplo. Recuerden que la prensa internacional consume más futbol español que paraguayo, por eso nadie duda en hablar de la supuesta superioridad española. Eso no existe. El partido de España – Portugal, fue histéricamente más aburrido que Paraguay – Japón. Te bostezo en la cara y en la de tu novia, David Villa.

“Pero joder gilipollash, y que hay del Madridth, o del Barça? Zon losh mejores equipos del mundo”. Esos equipos de mercenarios extranjeros que juegan en España? Y sí, puede ser. Pero ese no es el fútbol de la selección de España. USTEDES aburren, españoles. Su soberbia ENFERMA al público, pero POR DIOS, que buenas están sus hinchas… (babas).

“En la selección de Paraguay, tenemos a 23 hinchas jugando los partidos”, escuché por ahí. Nadie se compara con nosotros y nuestro potencial. Vamos a preparar un asado, vamos a comer sopa paraguaya (la única sólida), y vamos a GRITAR nuestro himno, que es la gloria más grande que podemos sentir.

Si no amás a Paraguay ahora, no lo vas a hacer nunca. De todas formas, estamos viviendo historia. Que no se acabe.

No dudemos de Paraguay. No ahora. No tan cerca.

martes, 15 de junio de 2010

Chupame el culo, Lippi

“Pese a la rara sensación, un buen resultado”, es la portada de ABC.

Rara sensación? Y sí, puede ser. Pasa que estamos acostumbrados a que un empate contra una selección histórica sea recibido como una victoria. Pero esta vez, algo pasó. Algo no cierra, algo no está bien. Es como si fuera que el empate… (válgame Dios, puedo decir esto? O la Comisión de Censura y Libertad de expresión de internet me va a detener por brindar información vital a los terroristas?) Como si fuera que el empate… Desilusionó.

(Murmullos en la sala, la gente se asusta y se incomoda).

El empate contra el actual campeón del mundo nos desilusionó.

(“Quémenlo! A la hoguera y al concierto de Justin Bieber! …En cualquier orden!”).

Basta. No tiene nada de malo pensar así. Estamos en lo correcto. El partido contra Italia no lo empataron ellos, lo perdimos nosotros. Perdimos, digo, por ese sabor amargo que a todos nos quedó pero que no todos se animan a decir.

Lippi (técnico de Italia), dijo que Paraguay fue una decepción, que se tiró atrás, que ya era demasiado defensivo, que bla bla y piti pu tuti con ñoqui. Las pelotas. Yo le digo a Lippi, y vos quién sos para tratarme a mí de defensivo? El técnico de Italia, no? Ah, cierto. Catenaccio, Cannavaro, Gattuso, Grosso, Buffon te suena? Estos son los que te sacaron campeón en el 2006, y todos son sinónimos de defensa. Uy que vueltas da la vida, verdad? Chupame el culo, Lippi.

El técnico de Italia es el anticristo del fútbol, y ya lo demostró en el 2006, con poco fútbol, mucha patada y nada de vergüenza. Que no venga a hacerse del Chilavert, porque Chilavert también es paraguayo. En cambio, le recomiendo que trabaje más en su equipo porque en este Mundial no va a poder achicarse frente a todos, jugar con 10 colgados del arco y uno que pruebe suerte arriba.

Paraguay, en cambio, tenía golpeados a Tacuara, Roque, el Pájaro; a Haedo sin ritmo de competencia, a un Santana que terminó jugando lesionado porque ya no habían cambios, un Villar que tuvo UN error, una defensa estable e inteligente, y a un Topo Cáceres bastante asustado. Hubo mucha precaución, sí. Lo que dijo Lippi (lo único inteligente hasta ahora), es que los equipos se desarrollan durante el torneo. Así que los errores que tuvimos seguramente ya fueron anotados y se van a tomar en cuenta para el domingo.

No es momento de criticar a Paraguay. Hizo el juego que pudo en medio de ansiedad, una pelota inestable, lluvia y un equipo en frente que trababa el partido, que te metía pierna y que bueno, nunca está demás repetir, es el actual campeón del Mundo. Y tuvieron suerte.

Los italianos deberían estar festejando, porque ganaron un punto. Nosotros, en cambio, perdimos dos.

lunes, 24 de mayo de 2010

Sudáfrica 2010

Según el cartel que veo todos los días, estamos a escasos 18 días. Es poquísimo. En 18 días podés generar cáncer de pulmón, ponerte lolas nuevas, podés comprarte un perro nuevo, podés ser rebotado 13 veces por tu ex (quien se puso lolas nuevas), podés convertirte en evangélico, o enamorarte; y esos son sólo algunos de los ejemplos más densos.

Los comentarios que escuchamos ya son de todos los tipos y clases. “Vamos a llegar hasta octavos”, me dicen algunos emocionados y con orgullo. Yo les miro con cara de “anga na” y me reservo mis expectativas. Me las reservo, por supuesto, para compartirlas con la élite de la sociedad paraguaya. Ustedes, los que me leen. Todas las tres personas (contando a mis padres).

Y si te digo… “Si no llegamos a la final, es un fracaso”? Sería tan poco serio y fantástico? No creo che. Para mí que deberíamos decirlo más a menudo, y creerlo (no tiene nada que ver que haya visto El Secreto el fin de semana). Pero vamos a ponerle onda y a creer.

No me voy a comparar con otras selecciones ni voy a hablar sobre Argentina y Brasil, porque, sinceramente, me chupa un huevo lo que hagan ellos. A mí me importa lo que hagamos nosotros, lo que hagan Roque, Tacuara, Haedo y Barrios. Verle al gorilón de Da Silva pisándole la cara a Iaquinta (delantero de Italia) y meándose en Cannavaro (defensor y capitán). Riveros haciéndole una plancha en la próstata a Gattuso y al Pájaro Benítez gambetear a Grosso hasta que se sienta a llorar y ruegue por un cambio de sexo.

Por qué? Porque puedo. Y Paraguay también.

Porque lo único que nos une es esa selección. Porque ustedes, ah y vos también, no te hagas del wanaco, son unos ignorantes. Criticando cosas que no deberían criticar, defendiendo mentiras, dándole la espalda al país y con cero patriotismo. Cero patriotismo, cero celulitis.

Pero pienso que quizá ésta sea una buena forma de empezar. Capaz, algún día, digamos “Hey te acordás de nuestra selección que ganó Sudáfrica? Ahí empezó todo, ahí comenzamos a crecer”, y nos contesten “Sí, che… Verdad? Y hasta ahora no paramos, eh?”, y terminemos con un “Y vos cuánto cobras, cachorra? Vamo pue…”, porque algunas cosas nunca cambian.

Pero hay otras que sí, y deberíamos cambiarlas. Una por una, persona por persona.

Querés ser el primero?

lunes, 10 de mayo de 2010

Rock&Bol



No, para esta receta no se usa bol. O no sé si que. Vamos a ver. Igual nomás es buen nombre para esta sección. Igual, con este frío le podés escribir y decir “Che, que te parece si merendamos, CACHORRA?”. Y va a pensar que le vas a llevar a los mismos lugares de siempre. Pero no, eso no va contigo. Vos sos demasiado creativo y espontáneo.
Lo que vas hacer va a ser invitarle a tu casa, porque de local siempre jugás mejor (ojo con los goles de visitante porque valen doble) y le vas a preparar algo bien tuyo, fácil de comer y de amplia aceptación.
El primer paso es gritar “Mamá…!! Tenemos 800 grs de almidón, de preferencia de mandioca (aramirõ), 3 huevos batidos, 300 grs de queso, 2 cucharitas de té de aceite (1/2 dl), 2 1/2 tazas leche tibia (3 dl, depende de la mezcla) y anís en granos, que nos sobre?”
Prendé tu radio o ipod o mp3, y poné un tema de The Flaming Lips.
Después de escuchar alguna puteada o queja, ordená ya todos los ingredientes ahí cerca y prendé esa cosa grande y cuadrada de donde sacás comida cuando llegas ebrio a tu casa. Ese que suele estar caliente y eso a veces. “Horno” no sé qué.
Poné todo el almidón (en la mesa, no hagas cagada) y dejále un hueco en el medio. No pruebes cosas raras con eso, por favor. En cambio, cortá el queso en cubitos y, con el anís, la sal y el aceite, anda poniendo alrededor del almidón. No hace falta que te diga cuánto de cada cosa tenés que usar, chipa nio nomás es.
Ahora (atención) batí los 3 huevos EN UN BOL, y ponelos en el hueco de la masa. Para esta parte, importante y complicada (not), te recomiendo un tema de Moby a tu elección, para lograr la armonía necesaria.
Y ahí amasá como loco. Y cuando parezca una teta falsa, le agregás leche de a poco y le vas dando consistencia. Así todo con ruidito. Si es muy dura, más leche, si es muy “fushi fushi”, más almidón.
Tu horno (como vos) debería estar más caliente que axila de cocinero del Lido. Digamos, unos 250 grados. Ahí metes las chipas que tan genialmente armaste con las formas más simpáticas, obscenas y ofensivas que tu mórbida mente puedan idear.
Dejá la masa casi 30 minutos por ahí, aprovechalos para pensar en Andrea Stanley. Dependiendo de cuánto tarden en tomar color y olorcito a tostado, podés dejarlas más, o menos tiempo.
Sacá las chipas. Poné en la mesa cocido y café. Que ella elija. Prepará ya un dvd, mantitas y mucho amor. Para cuando llegue, poné de fondo “Let’s get it on”, de Marvin Gaye. Fuerza que podemos.  Y ahí, jugando bien tus cartas, tu víctima ya va estar más cocinada que tu chipa. 
 
    No pongas esta cara de pedófilo y tenés 50% más de posibilidades de levantar.

martes, 4 de mayo de 2010

Arctic Monkeys a Paraguay?

EXCLUSIVO
ElRockesasí tuvo acceso a una exclusiva conversación telefónica intersatelital, que Alex Kapranos tuvo con el vocalista de Arctic Monkeys, Alexander Turner.
Nuestro equipo especializado de traductores le presenta lo que quizá sea la conversación más importante de la historia musical reciente de nuestro país.

AK: Qué haces Alex?

AT: E’a… Mirá un poco quién apareció

AK: Loco, sé que no hablamos tanto. Pero la vez pasada tuve un concierto en Paraguay y –

AT: Ah! Ahí sobre Staffordshirehamptonville, la misma calle del pub?

AK: No, pelotudo. Es un país. Y TENÉS que ir.

AT: Ah… Y si vamos al pub?

AK: No, escuchá… Andá a Paraguay a dar un concierto, la gente la rompe ahí. No te vas arrepentir, aparte hay chipa, tereré, Menchi, cerveza y mucho petar.

Menchi: (risas)

AT: A la pelota… Suena bien eso. Mejor que el pub, incluso. Seguro que pega tanto Uruguay?

AK: PARAguay

AT: Sí, sí, eso. Da lo mismo.

Chilavert: (sonido de catarro)

AK: Sí, claro que pega, man. Mucho mejor que Chile o Argentina.

Dallys: Hola chicos, alguien dijo Argentina?

AT: Yo no, pero puedo decir lo que quieras si te subís a ésta, rubia.

AK: No te recomiendo, cacho, ésta te deja en cama por dos semanas, mínimo.

Plantel de Cerro: Sí, cierto es… No, dejáte de joder, terminás hecho tallarín… Corré, Alex.

AT: Así gua’u. Y bueno, voy a hablar con los muchachos y vemos cuándo pasamos. Ahora me voy al pub. Dallys, vamos?

Dallys: Será que hay mandioca frita ashá? No, digo, para picar antes del bife de chorizo (mirada confundida).

Señorita de la telefonía: Su saldo ha expirado.

miércoles, 28 de abril de 2010

El Blues del pira caldo

Estoy en la oficina pensando, leyendo cosas y trabajando. Con la mente por todos lados.

Pero, sin darme cuenta, muevo la cabeza y los pies al ritmo de un himno al “nanana che rejape”. Un extraño sonido que es fácilmente relacionado con un montón de cosas. Pero, cuáles? Bueno, hay algo ahí que suena a independencia y a algo que difícilmente pueda expresar con palabras, pero sería algo así como “aaaaaeselsonidodecomomechupaunhuevoymecagodelarisaperopordentroteextrañotanto”.

Es la colección de blues de un compañero de trabajo, que disfruto antes de siquiera darme cuenta de qué lo que estoy escuchando.

Como buen “paraguayo so’o” que soy, la melancolía y la alegría son los ingredientes más importantes para cocinarme. La alegría, porque es lo que siempre demuestro, y la melancolía, porque es lo que siempre siento en mi interior. Eso es la guarania, eso te explica el arpa, eso se expresa al tener una cultura más oral que el video de Paris Hilton (el primero). Una cultura oral que está destinada a ser trasmitida con alegría y presencia, pero siempre será recordada con melancolía porque “ya no es pues lo que era”, así mismo como Coyote o Caracol, o incluso, Faces.

Eso es el blues. Será que en realidad el blues es paraguayo? Es un eterno recuerdo de algo que, no importa cuánto lo queramos, ya no es, ya no está, ya se fue. Pero la historia es contada con mucha onda, con alegría. Ahora mismo, los Ratones me cuentan que quieren su pedazo. Simpático, simple, pegajoso. Pero no tienen pues su pedazo. Y maldicen a mi hermana y a esta ciudad, pero siguen sin su pedazo. Y así terminarán.
Porque Joe Bonamassa canta su Long Distance Blues, y yo le veo a Dionisio Villalba trabajando en España, sintiendo eso en su interior. O bien, a María Paz Kloostemborguenssen, que estudia cine en Bologna pero extraña al chipa guazú de “la chica” de su casa. No hay blues que no se adecue a nuestra paraguayidad.

Qué esperan Juan Cancio Barreto, Rolando Chaparro, Micky Napout o quien sea para salir con un “Blues de la sopa sólida”, o “El blues del 70”, o algo así, yo no sé. Con una mezcla entre guarania y blues, no habrá un solo corazón paraguayo que no se retuerza de la melancolía. Incluso el de Lucas Barrios (sí gente, el ES PARAGUAYO).

Así que mientras Memphis la blusera describe a la mujer argentina, yo les juro que relaciono esa descripción con la mujer paraguaya. Sí, paraguaya. Eric Clapton, que mucho nos robaste loco, dejáte de hinchar y vení a darnos un concierto por lo menos.

Les invito a adentrarse un poco más en el mundo del blues. Les aseguro que no se van a arrepentir.

Porque al final, si escuchan con atención, se van a dar cuenta de que el blues es casi tan paraguayo como el pira caldo del Lido.